La vuelta a las clases se produce de repente. Después de la larga y perezosa incertidumbre de todo el verano (¿se confirmará la plaza de la adjudicación provisional? ¿volveré al centro del curso pasado? ¿qué preparar?...esperemos a conocer a los alumnos...) nos encontramos con la llegada al nuevo instituto e inmediatamente al aula, sin apenas preámbulos, abruptamente, sin conocer los detalles que facilitan el día a día y que se van aprendiendo con el paso del tiempo, paulatinamente a lo largo de los nueve meses que vamos a convivir con nuevos alumnos, nuevos compañeros, en una nueva localidad...
El curso se presenta como una incógnita, especialmente ahora que estamos a la espera de la nueva ley de educación, ya que aún no tenemos la certeza de cómo van a quedar en el currículo de las asignaturas de Humanidades. Quienes impartimos Latín y Griego defendemos su permanencia, no sólo porque sea la forma de mantener nuestro puesto de trabajo, lo que sería en todo caso un argumento más que legítimo, sino porque somos conscientes de todo lo que aportan estas asignaturas a la formación de los alumnos, tanto en el plano académico, como en el plano personal.
Por eso me planteo este curso hacer con los alumnos una reflexión sobre la elección que han hecho al cursar su bachillerato por la opción de Humanidades, tratando de profundizar en sus razones, entender sus gustos, escuchar todas sus dudas y sugerencias, y, sobre todo, que compartan sus experiencias con los demás compañeros y con quienes accedan a este blog.
Para abrir el debate comenzaremos por ver el siguiente vídeo:
El vídeo " La importancia de cursar estudios clásicos" me ha hecho reflexionar acerca de la importancia que tienen el Griego y el Latín para mí. Desde pequeñita me ha gustado la mitología, tanto la griega como la romana y cuando tuve la oportunidad de poder cursar Latín, ni lo pensé. Otro caso muy distinto es lo que hice con Griego, pero bueno ese es otro tema. La verdad es que estoy contenta cursando estas dos asignaturas y pienso que no debería perderse, ya que privaría a muchos jóvenes de poder disfrutar de estas dos lenguas tanto como lo hago yo.
ResponderEliminarMe parce muy buena idea preguntar a nuestros alumnos, siempre lo hacemos, y dejar costancia de sus respuestas y comentarios. Puede ayudarnos a la hora de aconsejar a los chicos sobre la elección de nuestras materias.
ResponderEliminarSaludos
El latín y el griego para mi son lenguas pasadas muy presentes en nuestras vidas. Me da rabia que nadie se dé cuenta de la importancia que tienen estas asignaturas , ayudan a comprender el por qué de nuestra gramática además de despertar nuestra curiosidad. Reviven una cultura tan rica en sabiduría que tendrían que ser esenciales en nuestros institutos , cómo si no íbamos a leer obras tan significativas como la famosa Ilíada o la legendaria Odisea. Este vídeo me ha hecho recordar por qué decidí cursar latín y griego, porque son asignaturas que realmente me parecen interesantes y reservadas solo para los alumnos más curiosos. Raquel 2ºBach
ResponderEliminarLa reflexión que propones para tus alumnos es también la de muchos profesores que, como en mi caso, apoyamos nuestras clases en el conocimiento del mundo clásico.
ResponderEliminarUna asignatura como Lengua castellana y Literatura no tiene sentido sin ese conocimiento.
Gracias por recordarme, Mª Jesús, ahora que he tenido ocasión de retornar a este blog, que es importante inculcar en el alumno, desde la llegada al instituto, en 1º de la E.S.O. el amor por los clásicos.
La etimología de las palabras o la mitología son una baza segura para acercarse a los alumnos, a los que siempre sorprende descubrir que todavía se puede llegar al origen de muchas palabras.